Las Comunidades Energéticas son figuras jurídicas que permiten que los ciudadanos produzcan, consuman, almacenen, compartan y vendan energía renovable colectivamente.
El Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia las contempla como actores clave en la transición ecológica y prevé su impulso y desarrollo mediante una reforma específica dentro de su Componente 7 ’Despliegue e integración de energías renovables’.
Su desarrollo está enmarcado, además, en el PERTE de energías renovables, hidrógeno renovable y almacenamiento (PERTE ERHA), y son, a su vez, una de las prioridades y objetivos del Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC).
¿Qué es una Comunidad Energética?
Las Comunidades Energéticas pueden llevar a cabo múltiples actividades: producir, consumir, almacenar, compartir o vender energía.
De acuerdo con la normativa europea se dividen en dos formas jurídicas:
- Comunidades de energías renovables: compuestas por personas físicas o jurídicas que se asocian para desarrollar proyectos de energías renovables en su proximidad, con el objetivo de obtener beneficios económicos, medioambientales o sociales.
- Comunidades ciudadanas de energía: compuestas por personas físicas que se asocian para producir, consumir y gestionar su propia energía renovable, con el fin de reducir su dependencia energética y promover la transición hacia un modelo energético más sostenible.
En el marco jurídico español se definen las Comunidades de Energías Renovables como: “entidades jurídicas basadas en la participación abierta y voluntaria, autónomas y efectivamente controladas por socios o miembros que están situados en las proximidades de los proyectos de energías renovables que sean propiedad de dichas entidades jurídicas y que estas hayan desarrollado, cuyos socios o miembros sean personas físicas, pymes o autoridades locales, incluidos los municipios y cuya finalidad primordial sea proporcionar beneficios medioambientales, económicos o sociales a sus socios o miembros o a las zonas locales donde operan, en lugar de ganancias financieras.”
Por tanto, estas comunidades pueden basarse en instalaciones de cualquier vector energético, siempre y cuando sea renovable.
¿Qué actividades desarrollan?
Entre las actividades que pueden desarrollar están:
- La generación de energía que proceda de fuentes renovables.
- Proporcionar servicios de eficiencia energética (incluyendo, por ejemplo, renovaciones de edificios).
- El suministro, consumo, agregación y almacenamiento de energía, y potencialmente, la distribución.
- La prestación de servicios de recarga de vehículos eléctricos o de otros servicios energéticos.
Estás actividades permiten a las comunidades energéticas beneficiarse del autoconsumo o la generación distribuida, que suponen un factor importante para el ahorro económico de muchas familias, especialmente para las más vulnerables, pudiendo de esta forma hacer frente a la pobreza energética.
Además, con estas figura jurídicas, se evita la dependencia sobre las compañías eléctricas convencionales y se aumenta la competitividad en la industria.
¿Qué beneficios aportan?
Entre las ventajas de formar parte de una Comunidad Energética están:
- Un acceso justo y fácil a recursos locales de energía renovable y otros servicios energéticos o de movilidad, pudiendo beneficiarse de inversiones en los mismos.
- Tomar el control y tener una mayor responsabilidad para la auto-provisión de las necesidades energéticas.
- Creación de oportunidades de inversión para ciudadanos y negocios locales.
- La posibilidad de crear ingresos que se generan y permanecen en la propia comunidad local, aumentando la aceptación del desarrollo de energías renovables locales.
- Facilitación de integración de energías renovables en el sistema a través de la gestión de la demanda.
- Beneficios ambientales: con una disminución de la energía consumida, un aumento de energía renovable distribuida o una reducción de los combustibles fósiles utilizados.
- Beneficios sociales: con el empoderamiento ciudadano, la creación de empleo local, la creación de un tejido comunitario o la reinversión de los beneficios de la actividad en los aspectos prioritarios para la comunidad.
Las Comunidades Energéticas promueven, en definitiva, una mayor participación de la ciudadanía en el sector energético que es crucial para el cambio, refuerza el papel de los ciudadanos y garantiza el derecho de acceso a la energía.
Las Comunidades Energéticas en el Plan de Recuperación
El Plan de Recuperación, Transformación y resiliencia contempla a las Comunidades Energéticas como actores clave en la transición ecológica y prevé su impulso y desarrollo mediante una reforma específica dentro de su componente 7 ’Despliegue e integración de energías renovables’.
En concreto, la reforma C7.R3: ‘Desarrollo de las Comunidades Energéticas’ que tiene como objetivo impulsar un ‘Ecosistema de apoyo a las Comunidades Energéticas’ que tiene como fin último la creación y consolidación de las mismas, a través de un enfoque de tres fases y mecanismos de apoyo complementarios.
- Las dos primeras fases de este plan. Aprende y Planifica: buscan activar procesos participativos, informativos y divulgativos, así como la constitución legal de estas figuras.
- La tercera fase constituye el programa CE Implementa que incorpora, además de otras actuaciones, la promoción de proyectos de demostración con diversidad geográfica, tecnológica y social para eliminar barreras para entrar al mercado y validar modelos de negocio y posibles innovaciones a nivel técnico y/o social.
El desarrollo de estas fases se ve complementado a través de la creación de Oficinas de Transformación Comunitaria, a través del ‘Programa CE OFICINAS’ que está alineado y funciona en sinergia con iniciativas como las líneas CE Implementa.
Ambas iniciativas: ‘CE Implementa’ y ‘CE Oficinas’ están gestionadas por el Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía (IDAE) y ambos programas se enmarcan, a su vez, en el PERTE de energías renovables, hidrógeno renovable y almacenamiento (PERTE ERHA) con el que se quiere apuntalar las áreas asociadas a la transición energética en la que España está bien posicionada, como las energías renovables, la electrónica de potencia, el almacenamiento o el hidrógeno renovable, y reforzar aquellas con menor presencia.
Programa CE Implementa
El Programa de Incentivos a proyectos piloto singulares de comunidades energéticas (CE IMPLEMENTA) financia el impulso de proyectos piloto singulares de comunidades energéticas para incentivar el autoconsumo y la participación ciudadana en un modelo energético descentralizado y distribuido.
Hasta la fecha, este programa ha concedido 71,79 millones de euros a 128 proyectos en cuatro convocatorias. Está previsto el lanzamiento de otras dos líneas de ayudas en el mes de septiembre dotadas con 120 millones de euros en ayudas.
- La primera convocatoria se resolvió con un total de 45 proyectos beneficiarios, que contemplan más de 230 actuaciones en 14 comunidades autónomas y movilizarán una inversión de 14,7 millones de euros. Los 45 proyectos beneficiarios involucran a más de 2.600 actores y el 85% tiene exclusivamente como socios a personas físicas, pymes o entidades locales. Asimismo, el 16% de los proyectos busca abordar la pobreza energética a través de la inclusión de consumidores vulnerables entre sus socios y casi la mitad (42%) presenta planes de igualdad de género como parte de su gobernanza, con el fin de lograr una representación equilibrada entre mujeres y hombres.
- La segunda convocatoria estuvo dirigida a proyectos de tamaño mediano o grande cuya inversión superara el millón de euros. Se resolvió con un total de 29 proyectos beneficiarios, que contemplan más de 470 actuaciones en 12 comunidades autónomas y que movilizarán una inversión de 67 millones de euros, a partir de un presupuesto de 30 millones. Los 29 proyectos beneficiarios involucran a más de 93.000 actores, siendo el 85% personas físicas socias y el restante 15%, pymes y entidades locales.
- La tercera convocatoria estuvo dirigida a proyectos con un límite presupuestario de hasta un millón de euros y dotada con un presupuesto de 10 millones de euros. Se resolvió con un total de 52 proyectos beneficiarios en 15 comunidades autónomas. Los 52 proyectos financiados involucran a más de 10.483 beneficiarios que son, en su mayoría, personas físicas agrupadas en asociaciones y/o cooperativas, además de pymes y otras categorías de asociados.
- La cuarta convocatoria estuvo dirigida a proyectos de tamaño mediano o grande cuya inversión superara el millón de euros. Se resolvió con la adjudicación de 30 millones de euros a un total de 25 proyectos beneficiarios en 6 comunidades autónomas. Las cooperativas protagonizaron esta línea de ayudas, casi un 90% proyectos beneficiarios encajan en esta figura. En total, la resolución beneficia a 2.615 socios, ya sean personas físicas, entidades locales o pymes.
- Quinta y sexta convocatorias: el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (MITECO) ha publicado en el BOE las bases reguladoras para el lanzamiento de 120 millones de euros adicionales para la creación de proyectos singulares de comunidades energéticas. El objetivo de estas nuevas líneas CE Implementa 5 y 6 es impulsar proyectos multicomponente que puedan combinar diversas actuaciones. Se persigue que las comunidades energéticas vayan más allá del autoconsumo y puedan llevar asociadas la climatización renovable –se incrementa el nivel de ayuda para estas aplicaciones–, la movilidad sostenible –se introduce el apoyo a la bicicleta compartida– y sistemas de almacenamiento, con el objetivo de mejorar la integración de las renovables.
En el siguiente enlace de la página web del IDAE se puede acceder a un mapa interactivo en el que consultar la ubicación e información adicional de los proyectos de Comunidades Energéticas financiados a través de este programa.
Programa CE Oficinas
El programa Oficinas de Transformación Comunitaria (Programa CE OFICINAS) financia la creación de oficinas de atención ciudadana para impulsar la creación de nuevas comunidades energéticas proporcionando formación, asesoría y acompañamiento en todo el proceso de constitución de este tipo de cooperativas de producción y consumo de energía renovable.
La resolución definitiva de su primera convocatoria se publicó a finales del pasado mes de septiembre con la adjudicación de 19,93 millones de euros a 79 proyectos repartidos por gran parte del territorio nacional para facilitar la creación de nuevas comunidades energéticas.
Las Administraciones Públicas fueron las grandes protagonistas de esta primera convocatoria de ayudas. Suponen el 77% de los beneficiarios propuestos y 50 de los 79 proyectos aprobados corresponden a ayuntamientos, entidades de carácter supramunicipal como agrupaciones de municipios, diputaciones, cabildos, o incluso fijan su radio de acción en el conjunto de una comunidad autónoma.
El resto de los beneficiarios, un 23%, se encuadran en el sector privado, cuya participación en el programa también es notable con un buen número de iniciativas promovidas por pymes, entidades sin ánimo de lucro, asociaciones y empresas de la economía social.
En cuanto a la distribución territorial, los expedientes beneficiarios de ayudas, elegidos en régimen de concurrencia competitiva, se reparten por todas las comunidades autónomas, a excepción de La Rioja y las ciudades autónomas de Ceuta y Melilla. En ninguna de las tres se presentó ninguna solicitud.
También es relevante apuntar a que un 73% de las oficinas subvencionadas (58) trabajarán en municipios de reto demográfico y/o transición justa.
En el siguiente enlace de la página web del IDAE se puede acceder a un mapa interactivo en el que consultar la ubicación e información adicional de los 79 proyectos de Oficinas de Transformación Comunitaria financiadas a través de este programa.