Se calcula que el Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia contribuirá en un 40% a la transición ecológica y en un 28% a la transformación digital, lo que supondrá en la práctica que más de 27.500 millones euros irán destinados a promover la transición hacia un modelo de economía sostenible y verde y contribuir al reto climático y más de 19.590 millones euros se destinarán a la transformación digital de la sociedad y la economía, para poder afrontar con éxito los retos de la digitalización.
El conjunto del plan puede elevar el crecimiento potencial de la economía española por encima del 2% a largo plazo. Varios componentes como la Estrategia de Movilidad Sostenible, Segura y Conectada, tienen una gran capacidad de tracción y de impulso de sectores importantes de nuestro tejido productivo. La hoja de ruta del 5G, el Plan de Competencias Digitales, el Programa de Rehabilitación de Vivienda y Regeneración Urbana, el Plan de Modernización y Competitividad del Sector Turístico, el desarrollo del Sistema Nacional de Ciencia e Innovación, la nueva política industrial, la modernización de las políticas activas de empleo son otras de las principales medidas estructurantes y transformadoras recogidas dentro del Plan.
En relación a la segunda fase del Plan de Recuperación, la Comisión Europea, ha destacado el potencial de la Adenda para seguir impulsando el crecimiento económico en los próximos años. En concreto, considera que, a través del conjunto de transferencias y préstamos, “tiene potencial para aumentar el nivel del PIB de España entre un 2,7 % y un 3,5 % de aquí a 2025”, sin incluir de modo explícito el impacto positivo de las reformas estructurales. Se reconoce así “el impacto sobre el potencial de crecimiento, la creación de empleo y la cohesión territorial y social”.