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El Ministerio de Transportes y Movilidad Sostenible, a través de la Dirección General de Carreteras, ha puesto ya en marcha todas las obras previstas en el Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia para adaptar tramos de carreteras estatales a su uso por parte de peatones y ciclistas. Se trata de reformas que afectan a más de 146 kilómetros de la Red de Carreteras del Estado repartidos en 58 municipios, que tienen por objetivo que ciertos tramos de carreteras urbanas e interurbanas sean accesibles al tránsito de peatones y ciclistas, fomentando una movilidad más sostenible y activa en condiciones de seguridad y en detrimento del vehículo privado.
En total, son 63 actuaciones, dos de las cuales se acaban de adjudicar recientemente por lo que las obras comenzarán en un corto plazo. De las 61 restantes iniciadas hasta la fecha, 19 han finalizado ya y otras 42 están en fase de ejecución. El presupuesto total de las obras asciende a 235,8 millones de euros (IVA incluido) que, sumados a las expropiaciones necesarias y a los contratos de servicios asociados para el control y vigilancia de las obras, totalizan una inversión de más de 250 millones de euros que se financian con cargo a los fondos europeos Next Generation en el marco del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia.
Las reformas contempladas en estos proyectos se centran principalmente en calmar el tráfico rodado y en construir vías o estructuras aledañas a las vías para su utilización por parte de peatones y ciclistas sin los peligros asociados a las carreteras convencionales. Así, entre las actuaciones para amortiguar el impacto con el vehículo privado, se está llevando a cabo el estrechamiento de carriles, la instalación de glorietas para reordenar y pausar el tráfico, la remodelación de accesos, la limitación de la velocidad o la mejora de la señalización, entre otras. En cuanto al fomento del tránsito de peatones y ciclistas, cabe destacar la ampliación de las aceras, la construcción pasarelas y pasos peatonales superiores, la creación de espacios verdes, la separación física de las calzadas mediante elementos estructurales (barreras, pivotes, etc) o la construcción de carriles bici.
Esta última, además, es una actuación alineada con la Estrategia Estatal por la Bicicleta, un plan impulsado por el Ministerio de Transportes y Movilidad Sostenible que pretende fomentar el uso de la bicicleta en todos sus ámbitos, ya sea como medio de transporte cotidiano, como actividad turística o como herramienta para el deporte y el ocio, siempre con el objetivo de avanzar hacia la movilidad sostenible y activa. Una vez terminen todas las obras actualmente en marcha, 30 municipios contarán con nuevos tramos de carril bici que sumarán alrededor de 80 kilómetros.
Distribución territorial
Los 146 kilómetros de carreteras sobre los que se ha actuado o se está actuando se encuentran repartidos por toda la geografía española. Hasta la fecha, las actuaciones ya finalizadas se ubican en A Coruña (A Coruña ciudad y Ferrol) Cantabria (Pámanes y Colindres), La Rioja (Tirgo, Lardero y Cuzcurrita) Huesca (Sabiñánigo y Jaca), Pontevedra (O Porriño), Alicante (Alcoi), Cádiz (Campamento), Madrid ciudad, Murcia (Las Torres de Cotillas), Sevilla (Carmona), Segovia (Los Ángeles de San Rafael), Toledo ciudad, Valencia (Favara), Cáceres (Trujillo), Badajoz (Mérida) y Córdoba (Santa Eufemia, El Viso y Alcaracejos). En total, más de 33 kilómetros de carreteras transformadas.
Por otro lado, se encuentran actualmente en ejecución obras repartidas por diferentes comunidades autónomas. Aragón tiene en marcha 4 obras que reformarán 13 km de carreteras en Alcañiz, Teruel, Utebo y Zaragoza. Andalucía, más de 12 kilómetros en nueve obras repartidas por Almería, Cádiz, Granada, Jaén, Málaga y Sevilla. Por su parte, Castilla-La Mancha tiene en marcha tres obras en la provincia de Toledo (en los municipios de Noblejas, Talavera de la Reina y Toledo ciudad), mientras que Castilla y León está remodelando 27 kilómetros de carreteras repartidos en seis provincias. Destaca entre ellas la de Valladolid, que está reformando 10 kilómetros de la carretera de circunvalación VA-20 para adaptarla a peatones y ciclistas con medidas relacionadas con el calmado de tráfico, la mejora del firme, la instalación de zonas verdes o la construcción de un carril bici de 10 kilómetros, y las obras de humanización de las travesías de las ciudades de Soria y Zamora.
Extremadura también cuenta con 3 obras en ejecución en 10,5 kilómetros en los municipios de Badajoz y Cabezuela del Valle. Galicia tiene cinco obras en marcha para tramos de carreteras que suman los 7 kilómetros de longitud en las localidades de Ferrol, Milladoiro, Pontedeume, Xinzo de Limpia y Marín. En la Comunitat Valenciana, se encuentran en ejecución las obras de humanización de las travesías de Vinaròs y Sueca: un total de 18,6 kilómetros urbanos reformados. Murcia tiene dos obras en marcha que reformarán casi 3,5 kilómetros. Catalunya, una obra en el municipio ilerdense de Vilagrassa, que afectará a 1,5 km. Ceuta, por su parte, está reformando 500 m de la carretera N-352 y Madrid tiene dos obras en marcha: un paso superior en la A-6 en Collado Villalba y el acondicionamiento urbano de la travesía de El Molar - Pedrezuela, de 4,6 km de longitud.
Mejoras en tramos urbanos de la Red de Carreteras del Estado
Estas mejoras en la Red de Carreteras del Estado se enmarcan en diferentes líneas de inversión del Plan de Recuperación, Transformación y resiliencia financiado con los fondos Next Generation de la Unión Europea.
Por un lado, la Componente 1 del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia se dedica específicamente a planes de actuación relacionados con la movilidad en entornos urbanos. En el marco de estos proyectos, se puso a disposición de la Dirección General de Carreteras un presupuesto de 105 millones de euros que ya ha adjudicado a 36 contratos ubicados en 33 municipios. El propósito final es conseguir la integración de la carretera en la población, pacificando el tráfico con itinerarios seguros para peatones y ciclistas que logren facilitar la convivencia entre distintos modos de transporte.
En la mayoría de estos casos, una vez ejecutada la obra, el tramo afectado pasa a ser competencia del municipio, que asume su mantenimiento y conservación. Ocho ayuntamientos -Alcoi, Pámanes, Colindres, Tirgo, Cuzcurrita del Río Tirón, Las Torres de Cotillas, Toledo y Favara han asumido ya las competencias de alguna de las travesías reformadas por Dirección General de Carreteras. Otros dos, Carmona en Sevillla y Trujillo en Cáceres, lo harán próximamente.
Uno de los ejemplos más recientes se encuentra en Toledo, Ayuntamiento que asumió en septiembre las competencias del tramo de más de medio kilómetro situado entre la Avenida Madrid y la Glorieta del Salto de Caballo. Las obras supusieron una inversión de 1,3 millones de euros, IVA incluido, y se tradujeron en la creación de un espacio de más de medio kilómetro para peatones y ciclistas, incluyendo un carril bici. Además, se ejecutó una zona verde de 1.131 metros cuadrados, se ajardinó el islote de la glorieta y se sustituyó el iluminado por tecnología LED.
Protección de usuarios vulnerables y mejora de calidad del aire
El resto de obras se enmarcan en la llamada Componente 6 del PRTR, una línea de inversión tiene como objetivo la protección de los usuarios más vulnerables (peatones y ciclistas principalmente), la sostenibilidad de las carreteras y la mejora de la calidad del aire, de especial importancia también en entornos urbanos. Así, para fomentar los trayectos a pie, se han instalado pasarelas o itinerarios peatonales sobre autopistas adyacentes o de circunvalación en A Coruña, Madrid (sobre la M-40), Lardero (Rioja), O Porriño (Pontevedra), Campamento (Cádiz) y Los Ángeles de San Rafael (Segovia). También se está construyendo o reparando este tipo de estructuras en Collado Villalba (Madrid), Pontedeume (Coruña), Carbajosa de la Sagrada (Salamanca) y Málaga, entre otros municipios.
Además, se han construido carriles bici para unir municipios en entornos comarcales. Es el caso de una vía ciclista interurbana de casi 10 kilómetros que une los municipios oscenses de Sabiñánigo y Jaca y que se inauguró en julio de 2024.
Los objetivos que se consiguen con estas actuaciones son transversales a todo el Plan de Recuperación, que tiene como ambición última la descarbonización del sector del transporte. Así, con estas actuaciones no sólo se fomenta la movilidad activa mediante la adaptación de las carreteras a su uso por parte de peatones y ciclistas, sino que también se consigue reducir la huella de carbono de las carreteras a través tanto de medidas con impacto directo en la disminución del tráfico de vehículos, como con la creación de espacios verdes y arbolados que contrarrestan los efectos de la contaminación.
